Abuso sexual infantil: una realidad oculta

Me he animado a escribir un artículo sobre abuso sexual infantil a raíz de conocer la Campaña 1 de cada 5  para la Prevención de la Violencia Sexual contra la Infancia.

Logo de la Campaña Uno de cada Cinco

Aunque pueda parecer exagerado, las cifras son reales. Haciendo un promedio de diferentes estudios a nivel Europeo que han realizado prestigiosas instituciones (como Unicef o la Organización Mundial de la Salud), se considera que 1 de cada 5 niños sufren abusos sexuales.

El objetivo de este artículo es concienciar sobre la existencia de esta realidad, explicar en qué consiste este tipo de abusos y dar algunos tips para prevenirlo.

¿Qué es el abuso sexual infantil?

El abuso sexual infantil se refiere a contactos o interacciones entre un/a niño/a y un/a adulto/a, cuando el/la adulto/a (agresor/a) usa a una persona menor de edad para estimularse sexualmente él mismo, al menor de edad o a otra persona.

Existen distintas formas de abuso sexual. Se puede diferenciar entre:

  • Aquellas que requieren contacto físico. Algunos ejemplos serían: violación, pornografía, prostitución infantil, tocamientos, estimulación sexual…  
  • Aquellas que se producen sin contacto físico. Por ejemplo: solicitud indecente a un niño o seducción verbal explícita, realización acto sexual o masturbación en presencia de un niño, exposición de los órganos sexuales a un niño…

Por lo tanto el abuso sexual es, ante todo, una forma muy grave de maltrato infantil.

En cuanto al perfil del abusador, la mayoría de los abusadores conocen al niño de quien abusan. Pueden ser amistades de la familia, vecinos, conocidos o cuidadores de niños, incluso profesionales del entorno escolar o lúdico del menor. Además, casi una tercera parte de los abusadores tienen un parentesco con los niños (padres, tíos, abuelos…). La mayoría de los abusadores son hombres, lo que no quiere decir que no existan también las mujeres abusadoras.

¿Cómo podemos detectar el abuso sexual infantil?

Algunas reacciones que pueden hacernos sospechar que un niño está sufriendo este tipo de maltrato son:

  • Aumento de pesadillas, dificultades para conciliar el sueño y/o dificultades para permanecer dormido.
  • Conducta retraída
  • Ataques de ira
  • Ansiedad
  • Tristeza, depresión
  • Miedo a quedarse a solas con una persona en particular
  • Conocimiento de temas sexuales, vocabulario y/o conducta inapropiada para su edad.
  • Sensación de vergüenza y asco hacia sí mismo
  • Pérdida de la inocencia
    La tristeza, la pérdida de la inocencia o el retraimiento pueden ser signo de que el niño esté sufriendo abuso sexual

    Claves para prevenir el abuso sexual infantil

La prevención debe hacerse desde la más tierna infancia, por difícil que pueda parecernos hablar de ciertos temas con los más pequeños. A continuación os dejo algunas claves para trabajar con los niños en prevención:

  • Enseñar a nombrar las partes del cuerpo por su verdadero nombre.
  • Enseñar al niño a diferenciar entre “lo bueno” y “lo malo” del contacto físico con otras personas.
  • Hacer saber al niño que tiene derecho a tomar decisiones respecto a su cuerpo. Tenemos que hacer que los menores se sientan seguros al decir que NO cuando no quiera que le toquen, aunque esto no sea de una manera sexual (por ejemplo, negarse amablemente a que le den abrazos). También a decir que NO cuando no quiera tocar a otra persona (por ejemplo, darle besos a visitas desconocidas). Esto fomentará que puedan volver a hacerlo en situaciones de peligro.
  • Diferenciar entre los buenos secretos (que nos hacen sentir bien, duran poco tiempo y sirven para dar sorpresas) y los malos secretos (aquellos que nos provocan malestar al guardarlos, que se alargan en el tiempo y sirven para ocultar cosas)

Una realidad oculta: responsabilidad de todos

Todos los adultos somos responsables de cuidar y proteger a nuestros niños, sean o no nuestros hijos, sobrinos o familiares. Por eso, somos todos responsables de visibilizar esta realidad, prevenir en nuestro entorno. Y, por supuesto, denunciar de inmediato ante la sospecha o el conocimiento de un abuso sexual a un menor.

Juntos podemos lograr que 1 de cada 5 se conviertan en 0 de cada 5.

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